El miedo ante el rechazo de tu Llama Gemela .-


Emociones

abandono miedo rechazo soledad:
Una de las dificultades más agotadoras del viaje de las Llamas Gemelas se presenta cuando tu pareja energética no te reconoce. Y si al no-reconocimiento le sumas un evidente rechazo, te puedes sumir en un agujero negro lleno de miedo y dudas. Totalmente normal y necesario. A continuación trascribo un ejemplo personal de no-reconocimiento y rechazo, fruto de una conversación escrita con mi Llama Gemela, que terminó enardeciéndose demasiado.



Yo, en respuesta a la extrema frialdad que constantemente ha mostrado mi Llama Gemela desde que empezó nuestra separación:
[…] Pero por favor, la próxima vez que te quieras poner en contacto conmigo, háblame, háblame de verdad. Dime quién eres y quién ya no eres; con quién estás y con quién no quieres estar; qué buscas de mí y por qué me tienes miedo; por qué no quieres verme; por qué te cerraste a todo y a todos, especialmente a mí. La próxima vez que vuelvas, ábrete conmigo, como lo hiciste una vez, como si fuera la última oportunidad de tu vida. Quién sabe que no lo vaya a ser. Ábrete una vez más conmigo. Por favor. Mis sentimientos nunca cambiarán. Buenas noches. 

Él: Buenos días Fede, hablamos cuando tengamos tiempo los dos sin problema, y te pongo al día de mi vida si quieres. Besitos. 

Yo, en mi insistencia de remover algún tipo de emoción dentro de él:
Axxxxxx, te pido que si algo queda de tu verdadero ser, no me sigas llenando de palabras vacías. Si me cuentas tu vida, que sea porque lo quieres tú, no porque lo quiera yo. Que sea porque deseas volver a ser quien realmente eres, quien yo he tenido el placer de conocer a través de tus ojos. No tengo nada que ver con el Axxxxxx que pretendes demostrar al mundo, así que no me trates de la misma forma con la que te tratas a ti mismo. Me encontrarás el día que quieras volver a ser auténtico. Me encontrarás el día que termines de tenerme miedo. Sé que sientes lo mismo que yo siento por ti. Búscame el día que lo aceptes. Espero que un día el mundo conozca el ser maravilloso que una vez conocí. Te amo. 

Silencio. Ese silencio tan vacío, tan desesperante, tan eterno que rellena los espacios de la exasperación. La ‘nada’, de nuevo, como de costumbre.

Es precisamente en ese espacio desierto donde el ego emerge, donde crece y se hace evidente. Donde nos encontramos con nuestros propios demonios internos: el miedo al abandono, el miedo al rechazo y el miedo al no-reconocimiento.

Yo, 24 horas de silencio más tarde:
¿No crees que ha llegado el momento de decirme que estoy completamente loca; que nada es real, ni verdadero, y que me lo he inventado todo; que estoy equivocada; y que no sientes absolutamente nada por mí, y que por tanto, siga haciendo mi vida; que estás enamorado de otra, con quien querrás compartir el resto de tu vida? ¿No crees que merezco eso, después de todo? ¿Que merezco aunque sea unas efímeras palabras que realmente lleguen de tu corazón y de tu verdad, aunque fueran para romper para siempre con esto? No tengo miedo de oírlo, pero dilo. No me vas a herir. Pídeme que jamás te vuelva a decir que te amo, ni que vuelva nunca a expresar lo que siento por ti, pídeme que desconecte para siempre de esta farsa que he montado en mi cabeza. Hazlo ya, o dime lo contrario. 

Él: Te lo pedí la última vez Fede. Te dije que yo tenía mi vida y que quería amistad. Buen día. 

Yo, en un ejemplo claro de ego en su estado más efervescente:
Dime que no sientes nada por mí, y que estoy completamente equivocada. Prometo que te dejaré para siempre en paz con tu vida. Pero dilo, déjame libre. 

Silencio. No obstante, en este silencio, mientras el ego empezaba a desinflarse, los remordimientos comenzaron a aflorar. Pasé así de la desesperación al arrepentimiento:

Lo siento cariño, no era mi intención obligarte a expresarte. En realidad lo que pretendía era mover algo en ti, con una barrera inquebrantable desde hace dos años, y que al menos expresaras que no quieres estar conmigo, para en el fondo dejarte libre a ti. Yo ya soy libre porque conozco la verdad.

Ojalá antes de irnos de esta vida desees saber la verdad de qué es todo esto, de porqué sentimos todo esto y de quiénes somos. Me encantaría que me permitieras enseñarte todo lo que he escrito por ti en los últimos dos años. Ojalá también me permitas explicarte que hay más personas en el mundo experimentando este mismo camino espiritual. ¿Suena loco, verdad? Te he dado miles de razones para que te alejaras de mí, para que me consideraras como una chiflada, y hasta te lo he pedido. Ninguna ha dado resultado, hasta el momento. Quiero pensar que es por algo.

Dos años diciéndome que tienes tu vida y la quieres así, creo que son suficientes para que yo entienda que no vas a venir hacia mí. Dos años diciéndote que no soy tu amiga ni lo seré nunca, creo que son suficientes para que entiendas que no iré de esa forma hacia ti. Después de nueve intentos de despedida durante ese tiempo, ¿crees que éste puede ser finalmente el definitivo?

Los sentimientos no cambiarán y lo sabes. Por mucho que les tengas miedo. Espero que te entregues a tu vida con todo tu potencial, con todo tu corazón. Ella no sabe en absoluto lo afortunada que es por tener el ser maravilloso que está a su lado. Ojalá algún día decidas conectar contigo mismo y entender quién eres y a qué has venido. ¿Estoy loca, verdad? Una razón más para despedirte de mí. 

No hace falta que te diga lo que siento por ti, hoy y siempre. Adiós, my purest love. Adiós. 

Él: Adiós Fede. Un beso. 

737 palabras escritas por mí, contra 46 palabras escritas por él: lecciones aprendidas acerca del miedo.
Si se observa la cantidad de texto que he enviado yo en comparación con la cantidad que he recibido de vuelta, se puede perfectamente identificar un claro ejemplo de desequilibrio de energías. Error: intentar rellenar una botella de agua con el tapón enroscado es un propósito imposible de alcanzar. Si tu Llama Gemela no tiene la receptividad necesaria para acoger la información que estás intentando enviarle, de nada va a servir tu esfuerzo.

La desesperación es una de las reacciones más comunes que pueden aflorar en el viaje de las Llamas Gemelas, alimentada por el miedo al abandono. Si enseñáramos la anterior conversación a una persona que no tiene ningún conocimiento acerca del mundo de las Llamas Gemelas, su respuesta más patente sería: «Es obvio que no te ama». Ese mismo pensamiento es el que nos intenta imponer nuestro propio ego, y entonces buscamos todas las formas posibles e imaginables para demostrarle al ego que está equivocado. En esa búsqueda desesperada de pruebas superficiales que validen lo que sentimos, es cómo intentamos forzar (directa o indirectamente) a nuestra Llama Gemela a que reaccione, y que de alguna manera, despierte.

Qué NO hacer cuando el miedo y la desesperación se apoderan de ti:
No satures a tu Llama Gemela con información que no está preparada para escuchar. De poco sirve hablarle de física cuántica a un niño de primaria, si primero no ha estudiado la carrera. Respeta su camino y deja que aprenda las cosas en su debido momento.
No obligues a tu Llama Gemela a expresar sus sentimientos porque no va a funcionar. Especialmente si se trata de una persona particularmente lógica y racional, debes dejar que se abra en el momento en el que decida hacerlo por su propia voluntad. Lo hará.
No escribas papiros emocionales si están motivados por impulsos del ego. Expresar nuestros sentimientos a través de poesías shakesperianas es muy bonito, pero resulta de vital importancia diferenciar aquellas que están impulsadas por nuestros miedos y aquellas que se basan en una verdadera expresión de amor incondicional.

Importante: todo lo que decidas hacer en tu camino es perfecto. Realmente no hay acciones equivocadas o acciones correctas, lo que existen son únicamente lecciones. No se trata de suprimir de forma tajante toda acción motivada por el ego, se trata de aprender de cada una de ellas, y que vayan mermando según vayas evolucionando.

Qué hacer cuando el miedo y la desesperación se apoderan de ti:
Libérate. Retener emociones en nuestro interior nunca es constructivo, por lo que es de vital importancia que esas energías deban ser de algún modo liberadas. Así que exprésate, enrábiate, maldice, grita, baila, salta, pégate una carrera o ve a tirar piedras al río. Existen infinitas formas de desahogarse sin que tu Llama Gemela sea el blanco directo de esas energías. Encuentra la que sea más adecuada para ti.

Cálmate. Una vez recuperada tu estabilidad emocional, vuelve a buscar tu centro. Enfoca nuevamente las energías hacia tus propios sentimientos, tus creencias y tus conocimientos. Vuelve a recordar quién eres, cuál es tu camino y qué debes aprender de este maravilloso viaje.

Observa y responde. ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué emociones han sido despertadas en ti, y qué vinieron a enseñarte? ¿Por qué sentiste miedo? ¿Por qué tu Llama Gemela te sigue reflejando un rechazo? ¿Qué pretende decirte? Preguntas de este tipo te ayudan a reflexionar acerca de la lección que debes aprender. Después de disolver el miedo y encontrar de nuevo tu propio centro, es el momento perfecto para evaluar la situación y aprender de ella.

¿Alguna vez te has preguntado la razón por la cual tu Llama Gemela parece estar cada vez más cerrada y alejada de este camino, si lo que tú estás haciendo es precisamente abrirte cada vez más al conocimiento espiritual, expandiendo tu propio potencial y sanando todas las heridas de tu pasado? Les pregunté a los guías y me explicaron claramente la razón.

El mensaje de los guías.
A partir de la separación entre ambas Llamas, lo que suele ocurrir es que la divinidad masculina, en su intento de rechazo absoluto de esta conexión (generado, como ya sabemos, por el miedo), decide levantar una barrera inquebrantable a su alrededor con el fin de esconderse y protegerse de este amor divino. Mientras, la divinidad femenina, en su proceso de desarrollo espiritual y personal, se va convirtiendo en un ser cada vez más poderoso, desarrollando con más fuerza su propia energía interior. Ante esta expansión energética, la divinidad masculina intenta seguir robusteciendo su barrera para que ésta no se vea afectada por el constante empoderamiento de la divinidad femenina. De allí, la sensación de que tu Llama Gemela se encierre cada vez más a esta conexión, según va creciendo tu poder.

Pero no te dejes engañar por lo que ves en superficie. Si tu Llama Gemela se aleja cada vez más conforme vas evolucionando en este viaje, su única intención es que sigas desarrollando tu poder. Deja que tu Llama construya todas las barreras que así desee. Realmente no es consciente de que son totalmente quebrantables. Sólo es cuestión de tiempo. Así que sigue descubriendo tu poder para que pronto seas capaz de derribarlas por completo.

Comentarios